Cruzar el río por el puente de Triana ya es una experiencia en sí misma. Lugar emblemático para los sevillanos y de obligada visita para los turistas, el puente fue declarado Monumento Histórico Nacional en el año 1976. Se trata del puente de hierro más antiguo de España.
Tras cruzar, el mercado de Triana será una de las primeras atracciones del barrio que debemos visitar. Este mercado ha conseguido lo que muchos otros ansían: mantener su espíritu de barrio con el toque justo de “gourmetización”. Los locales siguen haciendo aquí la compra semanal mientras puestos de ostras y comida japonesa conviven con los puestos más tradicionales.
Tapear por la calle Betis debería ser deporte nacional. Sus pintorescas fachadas de colores la han convertido en una de las calles más fotografiadas de Sevilla, sin embargo, su verdadera esencia reside en la multitud de pequeños bares y terrazas que la habitan.
No se puede hablar de Triana sin mencionar la cerámica. Este ha sido siempre barrio de alfareros; la cerámica trianera tiene una personalidad propia. Ha sido, tradicionalmente, de uso doméstico y local y hoy se la rifan interioristas todo el mundo. Hace relativamente poco, abrió sus puertas el Centro Cerámica, sobre la antigua fábrica Santa Ana. Este lugar celebra esta forma de artesanía desde su corazón mismo. Aquí hay hornos históricos, piezas relevantes y muchas pistas para entender la importancia de este oficio tan …trianero
La orilla del Guadalquivir es un gran sitio para terminar nuestro paseo por Triana. Lo podemos hacer cenando en Río Grande, uno de los restaurantes clásicos de la ciudad. Su terraza, el pescaíto frito y el tomate aliñado será todo lo que necesites para grabar Triana a fuego en tu memoria.
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